Hoy, 10 de marzo de 2018, la prensa se hace eco de las aspiraciones de Glefaran de convertirse en "un polo de atracción que permita desarrollar proyectos en torno a la biomasa forestal, las energías renovables, la sostenibilidad y la economía circular" y se afirma que el desarrollo previsto coincide con las ideas que la Diputación ha plasmado para la comarca de Las Encartaciones en su plan de estímulo.
Hace 5 años, en junio de 2013, el alcalde de Güeñes anunciaba que "una empresa madedera compra las instalaciones de Pastguren para impulsar la actividad industrial de Enkarterri" y hacía las siguientes declaraciones:
- "Se prevé generar de forma directa e indirecta, hasta 290 puestos de trabajo de gente de la zona en los próximos tres años”
- “Después de muchos años de salir en los medios de comunicación por el cierre de empresas en Enkarterri, conseguimos ser noticia de nuevo, pero esta vez por lo contrario por la puesta en marcha de un proyecto empresarial que va a permitir resurgir la actividad industrial en los terrenos de la antigua Pastguren con empresarios de la tierra”
¿Qué significa el eufemismo "empresario de la tierra"? Está en la hemeroteca quién trajo a este empresario, quién alardeó de la generación de empleo que supondría y quién no le ha exigido las restricciones medio ambientales que debe cumplir toda actividad industrial independientemente de sus amistades.
Ante la asociación de ideas que se traslada (Glefaran = Estímulo de Diputación = Empleo = Sostenibilidad), creo necesario aportar algún dato más de interés:
- Mil personas, solamente en Zalla, entregaron su curriculum con la esperanza de un empleo ante las expectativas generadas. Ahora dicen que hay 30 trabajando. Es mentira que 30 personas tengan contrato con la empresa Glefaran.
- El Ayuntamiento de Zalla caducó la licencia de actividad para hacer pasta de papel que heredó Glefaran porque no hacen ni harán pasta de papel. La respuesta fue una demanda de la empresa al Ayuntamiento que aún sigue en los juzgados.
- El Ayuntamiento de Zalla ha realizado alegaciones a la AAI (licencia medioambiental) concedida por Gobierno Vasco porque no estamos de acuerdo con los límites de emisión que se le exigen ni con la negativa a regenerar un vertedero de su propiedad.
Ojalá pronto los 58.000 m2 de suelo industrial de Aranguren y Güeñes desarrollen su potencial y generen la actividad y los puestos de trabajo que necesitamos. No de cualquier forma. No a cualquier precio. Desde luego, no es lo que ha venido pasando en los últimos 5 años.
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